lunes, 4 de febrero de 2008

Libro recomendado: Pensar el cine


Hace unos años asistí a un coloquio en la Universidad Católica llamada Cine y Filosofía organizada, si mi memoria no me falla, por la Facultad de Humanidades de dicha casa de estudios. Salvo por una ponencia del profesor Luis Bacigalupo (que hizo un análisis comparativo entre el trabajo que hizo San Agustín sobre la memoria y cómo concibe y presenta el cine esta facultad, para el que usó como ejemplo la película Amarcord) la experiencia de esos tres días de charlas no pudo ser más decepcionante. Y es que a estas alturas escuchar conclusiones, que fue las que escuché reiteradamente en este triste coloquio, como que el cine no es arte menor resulta casi un insulto a la inteligencia. Tuve la impresión que estos intelectuales no habían leído a Bergson, Eisenstein, Bazin, Delleuze o Metz, autores ineludibles si se quiere hablar del cine con seriedad. Estoy casi convencido de que no oí el nombre de estos intelectuales en los tres días de coloquio.

¡Qué diferencia con el seminario organizado por el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas dependiente de la Universidad de Buenos Aires en Argentina! Esta actividad llamada Cine y Filosofía y Pensar el cine quedó registrada por el libro Pensar el cine que consta en dos volúmenes, el primero llamado Imagen, ética y filosofía y el segundo Cuerpo, temporalidad y nuevas tecnologías. Aquí les trascribo parte un párrafo de la ponencia del pensador francés Alan Badiou, un ilustre invitado del coloquio, llamada El cine como experimentación filosófica y que se encuentra en el volumen 1:

“Vamos a hablar de cine y de filosofía. Quisiera empezar diciendo lo siguiente: el cine mantiene relaciones muy particulares con la filosofía. Me parece que podemos decir que el cine es una experiencia filosófica. Entonces tenemos dos problemas. En primer lugar, como la filosofía mira al cine y, en segundo, como el cine transforma la filosofía. No es una relación de conocimiento: no se trata de decir que la filosofía reflexiona sobre el cine y que lo conoce. Es una relación viva, concreta; es una relación de transformación. El cine transforma la filosofía, es decir, que el cine transforma la noción misma de idea. En el fondo, el cine es la creación de nuevas ideas sobre lo que es una idea.” Este extracto supera en calidad a todo el coloquio organizado por la Universidad Católica. Y no estamos haciendo una comparación injusta: no se trata de un seminario realizada por una universidad europea sino sudamericana. Esperamos pues, que en el futuro, la Universidad Católica trate con seriedad sus actividades culturales.

El libro es del 2004 y la editorial es Ediciones Manantial. Ambos volúmenes se pueden encontrar en las librerías de la capital. Pensar el cine es un libro estimulante y enriquecedor, tanto para los interesados en el cine y la filosofía. Hay puntos de vistas novedosos, valiosos aportes al estudio cinematográfico y relecturas a Delleuze y Metz, entre otros. En el libro también hay textos de M.C. Rodríguez, Eduardo A. Russo, Harun Farocki (notable documentalista checo), Vilém Flusser, Jacques Rancière, Gustavo Aprea, Eduardo Grüner, etc. Les recomiendo que lean este libro, en especial a los expositores de aquel infame coloquio, para que no hagan papelones en el futuro.

Caeiro

2 comentarios:

Ernesto dijo...

buen post. creo que tu blog es mejor que la mayoria de los que tengo linkeados. te voy a linkear, si no hay inconveniente.

Caeiro dijo...

Gracias por tu comentario. No tengo inconvenientes en que linkees el blog, al contario, es un honor.

Gracias nuevamente.

Caeiro