domingo, 1 de junio de 2008

El cine de Alejandro Jodorowsky

Una de las escenas de La Montaña Sagrada.

El cine de autor es una etiqueta que muchos consideran como la máxima categoría dentro del cine. Las películas de Truffaut, Bresson, Bergman, Fellini, Antonioni, Cronenberg, Lynch, entre otros auteurs son consideradas como un cine personal y original, y por lo tanto, para muchos, el ejemplo a seguir si se quiere hacer un cine de extraordinaria calidad. No voy a refutar esa idea usando como ejemplo las grandes cintas del cine de género (que sigue parámetros prestablecidos y que por eso supuestamente deja poco espacio para la creatividad del director) sino el mismo cine de autor: hay universos fílmicos que son deleznables, como el del argentino Eliseo Subiela, o el mítico Ed Wood (aunque no lo crean puede ser admitido como un autor, ya que escribía y dirigía sus películas, además que tenía una visión esperpéntica que es común a todas sus películas). El chileno Alejandro Jodorowsky es, sin duda alguna, un cineasta de autor, pero esa condición no lo hace necesariamente un genio. Su obra fílmica genera una reñida polémica entre los que lo odian y lo aman.

He visto las 4 películas que Jodorowsky considera completamente suyas: Fando y Lis (1968), El Topo (1970), La Montaña Sagrada (1973) y Santa Sangre (1989). En todas ellas encontramos algunos elementos comunes y que son indistinguibles al chileno: un amplio abrazo al misticismo y un menosprecio al materialismo, reflejada en imágenes grotescas (no importa filmar la deformidad ni la fealdad del cuerpo o materia ya que lo que importa está dentro o, en algunos caso, fuera de ella) trastocadas con atmósferas lisérgicas y surrealistas (no necesariamente son excluyentes, no olvidemos que los surrealistas experimentaron antes con alucinógenos para distanciarse de una mente dominada por la razón y explorar el inconsciente). Pero quizá lo que más llama la atención sea esa condición de predicador que Jodorowsky (que también actúa en alguna de sus películas) se autoimpone. Para entender completamente su cine no podemos obviar su otro oficio (el chileno es multifacético y es desde poeta hasta lector de tarot): el de psicomago, es decir una suerte de chamán combinado con psicoanalsita. La psicomagia, creada por él mismo, trata todo tipo de neurosis (no recuerdo en este momento si Jodorowsky llamaría así a los trastornos de la mente) mediante la representación física de los sueños de sus pacientes, lo que lleva a montajes realmente absurdos o inefables en el mejor de los casos. La psicomagia, es sin duda, una de las fuerzas motoras de su cine.

Fando y Lis


¿Pero es logrado el cine de Jodorowsky? Muchos cuestionan el carácter aleccionador de su cine que trata de convencer al público las estrafalarias creencias de Jodorowsky. Eso no me parece un argumento válido ya que el cine ha dado muchos ejemplos de cintas propagandísticas o aleccionadoras que son obras maestras, como las del cine formalista ruso para solo mencionar un ejemplo. Lo que sí puedo decir que a Jodorowsky se le pasa la mano en sus filmes y convierte algunas escenas en pasajes dignos del peor libro de autoayuda. El Topo, quizá el western más atípico de la historia del cine, que me parece una película lograda, peca de momentos insoportables, como cuando el Topo se convierte en una suerte de predicador y se compara a los profetas biblícos y al mismísimo Jesús. La Montaña Mágica, su película más famosa, me parece un rotundo fracaso, ya que Jodorowsky nos ofrece un sermón de de 2 horas, que por momentos llega a ser francamente abominable. El lado menos atractivo del cine de Jodorowsky es cuando este olvida su condición de cineasta y se convierte en gurú.

Lo que salva a Jodorowsky es su innegable talento para crear imágenes sobrecogedoras y sorprendentes así como diálogos e historias originales y atractivas, si es que dejamos de lado sus arrebatos de predicador barato. Fando y Lis, la historia autodestructiva de dos amantes en peregrinación, tiene un comienzo excepcional, con Lis comiendo flores (fin de la adolescencia y virginidad) para dar paso a las primeras palabras que se escuchan de la obra: "Yo, un día me moriré y nadie se acordará de mí". No menos excepcional es el comienzo de El Topo, donde vemos a un atípico pistolero cabalgar en el desierto con un niño desnudo entre sus brazos para que luego el pequeño entierre el retrato de su madre y su más preciado juguete. Como dice el jinete después de que el niño realiza esa acción: "ahora eres un hombre". Las películas de Jodorwsky contiene un número grande de escenas estimulantes donde todo los detalles triunfa desde el encuadre hasta el sonido. El problemas es que estas escenas no están completamente bien articuladas (Fando y Lis, por ejemplo, un poco mejor El Topo).


Santa Sangre, la mejor película de su director.

Pero Jodorowsky tiene al menos una joya. Santa Sangre es una gran película, a pesar de que contiene los aspectos negativos de la obra de jodorowsky, pero esta está más contenida y en dosis menores. Santa Sangre recicla el cine de suspenso, el cine de teror, la comedia e incluso el gore, de la forma menos esperada pero acertada. Es la historia de un serial killer, similar al Norman Bates de Psicosis (Fénix, el personaje principal, mata mujeres por los mandatos de una madre perversa y dominante) pero trastocado en el mundo circense, similar al de Fellini (dicho sea de paso, el cine del italiano ejerce cierta influencia en el acabado visual de Jodorowsky). Santa Sangre es la película más compleja de su autor (si exceptuamos la nefasta La Montaña Mágica) que contiene alguna de las escenas más conmovedoras e inquietantes que haya dado el cine. Pero no es una obra maestra.

En síntesis, puedo afirmar que Jodorowsky es un cineasta singular y digno de ser visto (incluso en sus peores momentos) con un filmografía bastante irregular pero lo suficientemente estimulante como para ser tomado en cuenta. Ni genio ni farsante creo que Jodorowsky pudo haber aportado más si hubiera dejado de lado su chamanismo para ser un artista completo. ¿Pero eso nos hubiera privado de las escenas más desconcertantes que haya dado el cine? Posiblemente. Entonces me inclino a decir, sin mucha convicción y a baja voz: viva Jodorowsky.

Caeiro

La secuencia inicial de El Topo

9 comentarios:

Bardamu dijo...

Me encanta Jodorowsky, aunque reconozco que con sus películas aún no me he atrevido. A ver si me animo con Santa Sangre

Ernesto dijo...

muy buena critica, coincido mucho contigo, aunque yo lo hubiera dicho mucho más cruda y visceralmente, porque no me cae Jodorowsky para nada, como dices, se pasa de gurú, y aparte enreda sus argumentos con sus creencias propias de Walter Mercado... pero todos los demás que de paso mencionas, una maravilla!

Anónimo dijo...

Creo que Jodoroswky es uno de los grandes del cine surreal, metafisico y mistico . Donde la banalidad humana se ve crudamente reflejada en cada una de sus peliculas; Jodorowsky es un creativo,compulsivo e inquietante loco al momento de verle en cualquiera de sus facetas , ya sea de autor , director, psiquico, e inclusive hasta en sus comics, el tipo tiene don para la creatividad y eso no se debe negar , sino al contrario hay que reconocerle. jodorowsky tiene una fuerte influencia de George Ivánovich Gurdjíeff creador de la obra El Cuarto Camino, de ahi deriva su inclinacion por el misticismo, pero eso no quiere decir que sea chamanista ni tampoco que el tipo no sea original. Sin duda Alejandro es uno de los mas representativos del cine subterraneo y de culto.

Anónimo dijo...

Pillé la Montaña Mágica haciendo zapping. Estoy de acuerdo con la valoración que hace usted, aunque hay que concederle el mérito de conseguir que me quedase a verla hasta el final, después de recorrer previamente otros 23 canales.
Y es que si uno quiere alucinar...es la película por excelencia. No me gustó el final, pero no lo contaré por si no la han visto.

Arthur dijo...

Una amiga acaba de pasarme las películas del señor Jodorowsky, todas menos 'Santa Sangre'.

Tengo muchas ganas de ver su obra.

Saludos.

Ripser dijo...

La montaña sagrada no es un intento de aleccionar espitirualmente, vuelve a ver el final y podrás contemplar cómo en una secuencia magnífica se nos deja ver que todo maestro es farsante y que toda lección es absurda, lo único que importa es sumergirnos en la realidad, como expresa el antiguo dicho: "tu eres tu propio maestro. qué otro maestro puede haber?". El mismo jodorowsky ha subrayado la importancia de esto en repetidas ocasiones

Caeiro dijo...

Pues esa misma escena final funciona como la enseñanza máxima de este gurú lisérgico. Es la gota que derrama el vaso, en mi opinión.

AYA dijo...

Sinceranmente ya vi todas esa y son simplemente lo mas de culto en peliculas de latinoamerica que he visto junto con el lado oscuro del corazon ... asu no hay comparacion..este 8 me llega unos libros de jodo desde su misma tierra espero tenerlas muy pronto...y comentarles qe tal son en sus obras tambien.

Arcturus dijo...

Simplemente esas Pelíiculas son Surrealismo puro ¡¡ de culto ¡¡